La masturbación

Masturbación y pornografía:
Desde la antigüedad existe un debate en torno a la masturbación donde los críticos y defensores luchan entre sí con sus respectivos argumentos. No obstante, lo que nos interesa abordar y considerar en este espacio es la estrecha relación que existe entre la masturbación y el mundo de la pornografía para tener en cuenta los profundos efectos de esta combinación. Esto si tenemos en cuenta que la masturbación es un acto que depende y demanda de la existencia de estímulos mentales para provocar el desarrollo de la excitación.
La respuesta sexual en el acto de la masturbación no ocurre sin la fijación y el convencimiento que se tenga sobre una idea. Esta interrelación es lo que lleva al masturbador a convertirse en consumidor activo de pornografía. 
El acto de la masturbación no sería tan nocivo si no fuera un trampolín para involucrarse con el mundo de la pornografía. Los efectos más notables y profundos no se dan por el acto físico de la masturbación sino por el impacto y la huella condicionante que deja en la mente el material pornográfico que se consume para producir la excitación física.  

La masturbación y la morbosidad:
La morbosidad es la tendencia de recrear fantasías sexuales malinterpretando la imagen de las personas con las que se tiene contacto visual. 
El hábito de la masturbación y el consumo de pornografía contribuyen a desarrollar el gusto y la afición hacia esta inclinación que llega a convertirse en una costumbre inconsciente. 
La psicología del masturbador se convierte en una gran biblioteca de conceptos que luego asocia de manera automática con las impresiones que encuentra a su paso. 
Es común en estas personas que por mantener una mentalidad cargada de información pornográfica confundan la simpatía, la amabilidad, la ternura, las miradas, la forma de vestir, las conversaciones, la bondad, etc. interpretándolas como propuestas indecentes o insinuaciones sexuales. 
Curiosamente las personas que acostumbran las actitudes de morbosidad, que viven pensando y hablando de sexo son las que más dificultades tienen al momento de enfrentarse ante una relación sexual en la realidad. 



La masturbación es un desperdicio de potencial biológico:
Las sustancias sexuales que nuestro cuerpo produce contienen un alto potencial biológico. Como es un material destinado a la reproducción, el organismo utiliza los mejores elementos de los que dispone para su fabricación. La simiente contiene hormonas y una gran cantidad de nutrientes que cumplen importantes funciones en el organismo. Ella es la responsable de todo nuestro desarrollo biológico. Su acción es la que transforma al niño en hombre y a la niña en mujer. 
Los deportistas conocen el valor de las hormonas y cuidan su simiente durante un tiempo antes de competir para poder rendir al máximo de sus capacidades. 
En el campo veterinario también es conocido el inmenso potencial de la simiente y por eso las castraciones son utilizadas para moderar el ímpetu y hacer más dóciles los animales. 
La frecuencia de la masturbación representa una pérdida irregular de estas sustancias, que si bien el cuerpo las puede recuperar, para esto tiene que extraer nuevamente los mejores de sus nutrientes y realizar grandes esfuerzos. 
El acto de la masturbación siempre deja un estado de agotamiento y desgaste que se manifiestan como desánimo hacía las demás actividades de la vida. Si en vez de desperdiciar este potencial biológico y energético, se canalizara hacía actividades edificantes y productivas, entonces la fuerza y vitalidad del organismo estarían dispuestas y al servicio del crecimiento humano. 
El masturbador no solo desperdicia su potencial, sino que desarrolla la costumbre viciosa de vivir descargando sus reservas biológicas una vez que su cuerpo las ha vuelto a fabricar. 
Aún se desconoce hasta donde llega la capacidad del organismo para producir reiteradamente simiente de calidad cuando son saqueadas frecuentemente sus reservas en los casos de masturbación compulsiva. 

La masturbación para compensar traumas y vacíos:
Muchas personas que han tenido experiencias traumáticas en sus vidas acuden a la masturbación para compensar sus vacíos psicológicos o para escapar de una realidad con la que no se sienten conformes. Existen muchos casos de personas que por diversas razones físicas o psicológicas no pueden relacionarse o han tenido frustraciones amorosas y optan por masturbarse para poder alcanzar las experiencias que suponen no han podido cristalizar en la vida real. Muchas personas acuden a la masturbación y a la pornografía con la intención de acceder y participar de escenarios sexuales imaginarios sin correr el riesgo del fracaso, del rechazo o de la frustración.
En estos casos, la masturbación en conjunto con la pornografía pueden producir una sensación parcial de bienestar, brindar una ilusión de protagonismo y actuar como anestésico de un conflicto o carencia psicológica, pero a la larga lo único que hacen es atenuar y fortalecer los complejos y la baja auto estima que se pretenden superar. El hecho de que la masturbación sea originada de un conflicto psicológico la convierte desde el principio en la extensión de un problema.
Con la fantasía y la masturbación se incrementan y agudizan todas las anomalías psicológicas, traumas y complejos que pudieron haberse desarrollado como resultado de una experiencia. La fantasía puede servirle al masturbador para evadir las condiciones difíciles de su vida, pero jamás le ayudarán a trascenderlas.  

La masturbación como tendencia egoísta:
El acto de la masturbación no tiene otro propósito que satisfacer al que lo ejecuta. Desde esta perspectiva, la pareja y el sexo mismo pasan a convertirse en un medio o estimulo que solo tienen la finalidad de conducir a la auto satisfacción. La persona que se masturba cultiva y desarrolla una visión egoísta del sexo progresivamente y sin darse cuenta. Muchas personas prefieren masturbarse a tener una relación real, porque esta última exige desarrollar una serie de compromisos y valores como: la fidelidad, la comprensión, la responsabilidad, la tolerancia, etc. El masturbador puede estimularse con impresiones pornográficas que no le exigen compromiso y que además le ofrecen la perfección inverosímil que jamás encontrará en una relación real. Por eso prefiere las fantasías a las relaciones reales porque en ellas encuentra una gran variedad de impresiones con las que puede estimular su propio placer sin tener que aportar nada de sí mismo. Cuando una persona fortalece esta visión del sexo se distancia de la capacidad de amar y de ser amado porque sus intenciones al relacionarse están fundamentadas exclusivamente en la búsqueda de un placer fugaz. 

La adicción a la masturbación:
Todos los estimulantes del placer tienden a generar adicción y un nivel de degradación humana, y la masturbación no es una excepción. La masturbación compulsiva puede compararse con cualquier adicción, como el alcohol, la droga, el tabaco, el juego de azar etc. Porque produce los mismos fenómenos psicológicos y conductuales, así como también similares efectos devastadores.
Muchas personas frecuentan la masturbación para obtener un bienestar inmediato que no pueden conseguir en otras actividades ni en otras áreas de la vida. 

Recordemos que la masturbación al igual que otros estimulantes de placer producen desequilibrios en la producción de sustancias bioquímicas del cerebro. El cuerpo desarrolla una dependencia biológica a la liberación de estas sustancias, generando en la persona la necesidad compulsiva e incontrolable de repetir la tendencia estimulante. En este caso la masturbación.
Existen muchos casos de jóvenes que descubren el orgasmo al desarrollarse y comienzan a frecuentar obsesivamente la masturbación para repetir una y otra vez la experiencia de placer en la que encontraron un bienestar temporal. Esta conducta puede convertirse en el principio de una dependencia muy fuerte que trae repercusiones a largo plazo y conflictos en todas las áreas de la vida.
Existen muchos síntomas que pueden indicarnos la presencia de la adicción a la masturbación. Muchas personas tienen la necesidad de masturbarse diariamente. En algunos casos varias veces en un mismo día. Cuando el individuo siente que no puede dejar de frecuentar el hábito y que se ha vuelto indispensable para su bienestar físico y emocional, es síntoma de que se ha vuelto un adicto.
El siguiente video es la primera parte de un documental sobre dos personas adictas a la masturbación que nos permite apreciar el alcance que puede llegar a tener este hábito en la vida de cualquier persona. 








Las teorías modernas:
Actualmente se difunden muchas teorías y opiniones provenientes de autoridades médicas, científicos y sexólogos que califican la masturbación como benéfica y recomendable. Sin embargo, es evidente que los estudios que sirven de apoyo para estas afirmaciones escasamente contemplan los efectos relacionados con la salud del cuerpo.
Desvinculan la masturbación de la pornografía y por lo tanto de las profundas consecuencias que esta genera en la psicología. 
La masturbación no puede estudiarse aisladamente, puesto a que siempre que una persona se aficiona a ella, termina vinculándose con la pornografía y abriendo puertas hacia otras tendencias sexuales más complejas.  
La ciencia y la medicina pueden haber avanzado mucho, pero en el terreno del comportamiento humano, de la salud psicológica y de los valores se encuentra aún muy atrasada. 
Muchos consideran la masturbación como una etapa de la pubertad que se supera con el crecimiento y con las relaciones sexuales normales. Sin embargo, cuando la masturbación lleva al conocimiento de la pornografía, la mente y la forma de ver el sexo se afectan de tal manera que nunca vuelven a ser las mismas. 
La medicina actual no cuenta con instrumentos apropiados para medir el impacto que estas tendencias produce en la psicología a corto, medio o largo plazo. 
Lo primero que suele hacer una persona cuando está incursionando en la masturbación y en la pornografía es buscar asesoría sobre los posibles riesgos y consecuencias de sus nuevas tendencias. Al encontrarse con todo tipo de opiniones favorables de las diferentes “autoridades científicas” lo más común es que se cierre la indagación y se aficione a la masturbación y a la pornografía, ignorando los riesgos y las consecuencias que esto le puede ocasionar.